Cuando pensamos en el agua, el primer pensamiento que cruza nuestra mente es: limpia, pura, clara y saludable. Pero esto a veces no es así.
¿Has notado problemas relacionados con el agua en tu hogar, pero no estás seguro de por qué o de dónde provienen? A medida que las invenciones de nuevos productos y materiales en nuestra sociedad aumentan a un ritmo muy rápido también lo hace la contaminación en nuestro suministro de agua.
Aquí hay una guía rápida y fácil para detectar y comprender lo que podría estar sucediendo con tu agua de consumo para que puedas tomar medidas y lograr mejoras significativas en tu vida cotidiana.
Hay 2 tipos de contaminantes en el agua:
DE FORMA NATURAL:
Microorganismos (suelos y vida silvestre)
Metales pesados (rocas subterráneas con arsénico, cadmio, cromo, plomo y selenio)
Radionucleidos (roca subyacente)
Fluoruro
Nitratos y nitritos (compuestos de nitrógeno en el suelo)
DE ACTIVIDADES HUMANAS:
Bacterias y nitratos (desechos humanos y de animales, fosas sépticas y grandes granjas)
Desechos domésticos (disolventes de limpieza, aceite de motor usado, pintura, diluyente de pintura)
Metales pesados (construcción minera)
Fertilizantes y pesticidas (proveniente principalmente de la agricultura industrial)
Plomo y cobre (materiales de tuberías y fontanería)
Productos industriales y desechos (fábricas locales, plantas industriales, fugas de tanques de almacenamiento subterráneos, y vertederos)
Productos químicos para el tratamiento del agua (plantas de tratamiento de aguas residuales)
Otros contaminantes del agua: productos farmacéuticos, cosméticos, retardantes de llama, etc.
Desde el momento en que el agua comienza a «viajar» hasta llegar a nuestro hogar puede recoger infinidad de sustancias contaminantes. Esto podría suceder a muchos kilómetros de distancia o tan cerca como en tu propio barrio.
En algunos casos, los contaminantes podrían incluso estar en las tuberías de tu vivienda si contienen plomo o cobre. Estos residuos terminarían en el agua que bebes y utilizas todos los días.
Los signos más comunes para detectar problemas en el agua
OLOR:
El olor puede venir por diferentes motivos, no obstante los casos mas habituales son los debidos a la la materia orgánica formada por la descomposición de restos vegetales, al desarrollo de microorganismos, a la contaminación de aguas residuales y también a la formación de compuestos resultantes del tratamiento químico del agua.
El muy desagradable y difícil de perder «olor a huevo podrido» causado por la presencia de sulfuro de hidrógeno. A menudo es producido por fosas sépticas de materia orgánica en descomposición.
Los olores como a moho o humedad pueden ser causados por la descomposición de materia orgánica si su agua proviene de pozo, lo que crea un ambiente perfecto para que las bacterias florezcan.
Si cada vez que bebes un sorbo de agua o tomas una ducha, huele a cloro, es probable que exista una alta concentración de cloro en el agua. Se origina durante el proceso de tratamiento de cloración normal (para la desinfección del agua) y deja un olor desagradable.
COLOR:
No siempre es tan fácil detectarlo porque depende de la concentración de contaminantes que causan manchas, como el hierro, los taninos y el manganeso, y de la descomposición de la materia orgánica del suelo.
También intervienen otros factores como son el pH, la temperatura, el tiempo de contacto, la materia disponible y la solubilidad de los compuestos coloreados.
El color del hierro varía de rojo a marrón.
Los taninos varían en color desde el amarillo suave al verdoso hasta el marrón oscuro dependiendo de la variedad presente.
El color del manganeso varía de marrón a negro.
Otro signo de estos contaminantes son las manchas de color óxido alrededor de los desagües y accesorios de baños, o incluso en la ropa y la ropa de cama.
SABOR:
Los sulfatos que causan el olor como a huevo podrido también pueden causar un sabor salado. Esto podría deberse a las bacterias que crecen en los desagües, calentadores y termos de agua, pozos o incluso en el interior de las tuberías.
Como se mencionó al principio, a veces las tuberías de tu vivienda pueden ser las responsables de la contaminación del agua con mercurio, plomo, cobre, arsénico o hierro. Así que ten en cuenta si tu agua tiene un cierto sabor metálico.
El sulfato magnésico tiene muchos propósitos y por ello puede acabar en el agua de maneras muy distintas, si notas un sabor ácido, amargo y fuerte en tu agua casi seguro que está presente.
Si mientras bebes agua en tu hogar, obtienes un sabor como de piscina, probablemente tengas cloro disuelto en tu suministro de agua. El cloro se utiliza muchas veces como tratamiento químico para desinfectar el agua potable.
TURBIDEZ:
La turbidez es uno de los parámetros más importantes para determinar la calidad del agua potable, y puede estar causada por la presencia de partículas en suspensión procedentes de gases, líquidos y sólidos (orgánicos e inorgánicos), y otros microorganismos microscópicos que reducen la transparencia del agua en menor o mayor grado.
Aunque no se saben bien los efectos directos que tiene turbiedad sobre la salud, esta afecta a la calidad estética del agua, lo que en muchas ocasiones produce rechazo en el consumidor.
Otros problemas: La cal en el agua
Aparte de los problemas descritos anteriormente, puede haber otras señales en tu casa que indican problemas de agua dura y que pueden dificultar aún más tu vida cotidiana.
Los minerales de agua dura (calcio y magnesio), pueden formar incrustaciones de cal que se acumulan en tuberías, equipos de agua caliente sanitaria y electrodomésticos causando bajadas en el caudal del agua, averías en aparatos y aumentos de energía.
Estos minerales también reaccionan con jabones y detergentes dificultando la creación de espuma. Esto hace que la limpieza sea más desafiante y lleve más tiempo.

Los signos más comunes del agua dura son:
Restos de jabón antiestéticos y difíciles de eliminar en fregaderos, baños y grifería.
Manchas de cal en platos, cubiertos y cristalería.
Ropa sucia y áspera resultante de residuos de jabón adheridos a las fibras en la ropa y los textiles.
Desgaste prematuro de la ropa debido a la acumulación de jabón y minerales duros
Incremento del uso de detergentes, productos de limpieza y productos para el cuidado personal.
Cabello inmanejable ya que los residuos en el agua se adhieren a tu cabello dejándolo rizado y sin brillo.
Piel seca y con picores como resultado de restos de jabón invisible en la piel.
Disminución de la eficiencia y la esperanza de la vida útil en aparatos y electrodomésticos.
Incremento de las facturas de luz debido a la acumulación de cal que impide el calentamiento normal del agua en calderas, termos o calentadores, impidiendo que el calor se propague a los elementos de la calefacción.
Tuberías obstruidas por incrustaciones de cal que reducen la presión y el caudal del agua.
Si tienes problemas de agua dura, llámanos y te mostraremos cómo estos problemas se pueden resolver de manera efectiva por medio de un descalcificador de agua tradicional, si lo prefieres también puedes hacerlo mediante un descalcificador electrónico o controlados por un descalcificador sin sal, ni productos químicos.

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