La percepción que tenemos de la calidad del agua distribuida no siempre es buena:

«Tiene sabor…, tengo mucha cal en mis grifos…, mis electrodomésticos se estropean enseguida…, el agua tiene muchos nitratos,… y tengo que comprar agua embotellada para disponer de un agua con la calidad deseada»

Pero, ¿Esta percepción es correcta?
El agua que llega a nuestras casas en la gran mayoría de los casos no es perjudicial para la salud. El agua, antes de llegar a nuestros grifos, pasa por un proceso de purificación largo y exhaustivo en las plantas de potabilización.

Esta calidad del agua ha sido controlada durante todas las fases de tratamiento y durante su distribución. No obstante el cloro que se añade en su tratamiento y distribución para eliminar y mantenerla libre de microorganismos patógenos puede darle un sabor indeseable.

Además, en muchas zonas de España, el agua de forma natural contiene una elevada proporción de calcio y magnesio, que son los responsables de la cal, y es demasiada dura.

Pero este agua dura no es nefasta para la salud. Al contrario, el agua puede cubrir del 15 al 25% de nuestras necesidades en calcio, el cual es muy necesario para nuestro crecimiento y para evitar la descalcificación, por no hablar también de los beneficios que tiene el magnesio en nuestro cuerpo.

Existe mucha polémica, en cuanto a la salud se refiere, por el uso del descalcificador tradicional, el cual es el único que elimina la cal, pero a costa de suprimir el calcio y el magnesio, además de añadir sodio (sal) al agua.

Pero por otro lado, este agua dura puede provocar incrustaciones de cal en las tuberías o grifos así como perjudicar el óptimo funcionamiento de los electrodomésticos y reducir su eficiencia energética.

El agua y el magnesio forman los elementos indispensables del agua para mantener su equilibrio iónico y potabilidad.Sin embargo, estos minerales suelen depositarse en nuestras cañerías (usualmente en las de agua caliente) creando bloques calcáreos que cuando se van acumulando hacen disminuir el flujo del agua, e incluso en determinadas ocasiones, impedir su circulación por completo.

Toda el agua que habitualmente empleamos contiene disueltos elementos minerales entre los cuales, los de origen calcáreo, tienen una elevada tendencia a precipitar en forma de incrustaciones con un gran poder de adhesión.

Para retrasar o eludir esos fenómenos es indispensable estabilizar el agua, o lo que es igual, lograr que estas sales se mantengan en suspensión y no precipiten durante el proceso de su utilización.

Es ahí entonces cuando necesitaremos un descalcificador volumétrico por intercambio iónico para eliminar la cal o un descalcificador electrónico que no elimina la cal, pero sí la transforma e impide que se incruste en nuestras cañerías.

Eliminar la calEn la foto podemos observar cómo la cal obstruye la cañería hasta bloquearla casi por completo, evitando el libre flujo de agua. Esto puede causar elevados costos de reparación, un mayor consumo de gas y posibles roturas por excesiva presión.

Problemas de la cal

  • Pérdidas de presión en el agua a causa de la disminución del diámetro en sus tuberías.
  • Aumento de formación de bacterias. Elevados costes de limpieza y necesidad de empleo en productos agresivos.
  • Elevados costes de reparación y mantenimiento de su caldera, calentador y electrodomésticos.
  • Pérdida de rendimiento y productividad en la industria.
  • Pérdida de energía y caudal debido a los alargados períodos de calentamiento.

La dureza del agua

Dureza en mg/l de CaCO3 Dureza del agua
Blanda 0 – 75
Poco dura 75 – 150
Dura 150 – 300
Muy dura 300


La dureza es una característica del agua debida a la presencia de sales de calcio y magnesio, principalmente en forma de carbonatos, cloruros y sulfatos y es expresada como carbonato de calcio (CaCO3) equivalente.

Un agua muy dura es indeseable en usos domésticos como en el lavado de la ropa, ya que provoca que se consuma más jabón, al producirse sales insolubles.
Además da un sabor desagradable al agua potable, produce incrustaciones en las tuberías de agua caliente y deja unos residuos en los utensilios de cocina y muebles de baño.

Prevenir estos problemas que causa la cal en nuestro hogar, es la mejor medida que puede tomar para tener toda nuestra instalación en perfecto estado, evitando posibles averías o cambios en sus aparatos y consiguiendo además un importante ahorro de consumo de energía en sus facturas.